Los quemadores industriales Riello, son equipos de alta eficiencia, durabilidad y confiabilidad. Sin embargo, deben estar funcionando en las mejores condiciones de trabajo para que estas características sean lo más óptimas posibles. Para ajustar un quemador, es necesario conocer su capacidad de trabajo y las condiciones de altitud y temperatura ambiente en las cuales estará trabajando. Luego de tener estos datos, se ajusta el cabezal, la presión y el flujo de gas para tener la capacidad de gas necesaria para la capacidad calibrada. Posterior a esto, se tiene que calibrar la cantidad de aire que ingresa al quemador.
Por medio de un analizador de gases, se pueden medir todos los componentes de los gases de combustión del quemador industrial, y conocer la eficiencia de combustión del quemador estudiado. Es muy importante utilizar al momento de la calibración, para que el quemador quede funcionando con la cantidad de aire en exceso óptima, los niveles de gases contaminantes más bajos posibles, y máxima eficiencia posible conseguida por el quemador. Esto se realiza cuando un quemador es puesto en marcha por primera vez, para que su funcionamiento y confiabilidad aumenten.
Luego de un trabajo considerable en horas del quemador y de acuerdo con las condiciones ambientales de trabajo del equipo, es necesario realizar un servicio de mantenimiento. Una de las maneras de determinar la necesidad de un servicio de mantenimiento, es realizando un análisis de gases periódico de diagnóstico de las condiciones de operación del quemador industrial. Con estos análisis se puede observar, los niveles de contaminantes, exceso de aire y eficiencia de la combustión. Dependiendo de estos niveles, el quemador requiere o no servicio de mantenimiento. Si se encuentran por fuera de los niveles normales o en los que quedó funcionando el quemador en su puesta en marcha inicial, es porque requiere de manera urgente el servicio de mantenimiento.
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