Los hornos de fundición tienen como objetivo transformar los metales de su estado sólido a líquido a través de un proceso de calefacción. Existen dos tipos de hornos de fundición dependiendo de la calidad de fundición, la productividad y la eficiencia energética que se requiera.
Los hornos de fundición con calentamiento por gas, son ideales para el servicio de fundición previa. Además, estos hornos utilizan quemadores para hornos de fundición, lo cual permite recuperar el calor y lograr un óptimo aprovechamiento de la energía y la máxima calidad en la masa fundida.
Con los gases de escape calientes del horno se precalienta el aire de combustión para los quemadores a través de un intercambiador de calor. Si se requiere mayor calidad en la masa fundida, es aconsejable usar una evacuación lateral de los gases de escape.
De este modo, el sistema genera un ahorro de hasta el 25% en comparación con los hornos de fusión ordinarios.
Por otro lado, si lo más importante en el proceso es la calidad de la masa fundida y la eficiencia eléctrica, se recomiendan los hornos de fusión con calentamiento eléctrico.
Los hornos de fusión eléctricos, permiten una regulación del calentamiento pausada y precisa. Gracias a esto, la masa no se contamina con las emisiones del calentamiento por combustible.
Es importante conocer el tipo de sistema que es más adecuado para los procesos necesarios. Si te interesa conocer más, consulta la página de Thermal Combustion.
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